Vivimos en un país monárquico. La Jefatura Del Estado pertenece a una familia de forma patrimonial, y, por si fuera poco, existe la primogenitura del varón, dejando a las mujeres en un segundo plano. La excusa que nos dan es que esto viene de la Transición, y que lo voto el pueblo español en su momento. Hace ya 37 años de eso. Ya va siendo hora de que los españoles nos volvamos a pronunciar sobre qué modelo de Estado queremos.
¿Y cuál es ese modelo de Estado? El pasado sábado día 11 de abril nos hicimos esa pregunta en la Casa de la Cultura de Torrelodones. Desde Izquierda Unida defendemos un modelo de República Federal, capaz de ampliar las garantías democráticas de todo el pueblo español y que salvaguarde la identidad cultural de todas las naciones que viven en nuestro país. La idea de República trasciende la mera transformación de la Jefatura del Estado. La República supone democratizar la vida política, económica y social de nuestro país, y ahí es donde entra en juego el papel de las municipios.
Los municipios en España tienen una tradición histórica que les confiere un poder muy importante, a pesar de los intentos del Gobierno del Partido Popular de empobrecer ese poder en beneficio del centralismo. Los municipios son la primera línea y la más básica de contacto entre los ciudadanos y la política. Por ello, nosotros reivindicamos medidas para incluir mucho más a los vecinos en la gestión política de nuestro Ayuntamiento.
Los municipios suponen convivencia, entendimiento, representación y democracia. Debemos ahondar en ese entendimiento. Para ello, hay que reformar órganos municipales como los Consejos, crear otros que representen a los núcleos poblacionales del municipio y otorgarles capacidad real de gestión. Para ello se debe reformar el modelo fiscal de Torrelodones, en aras de aumentar los ingresos disponibles del consistorio y descentralizarlos a las distintas partes del pueblo para que sean ellas las que dispongan a conveniencia de esos fondos.
Pero hay que ir más allá. Este municipio se vanagloria de tener superávit. Pues bien, nosotros decimos que ese superávit, a no ser que se traduzca en políticas sociales, es pura propaganda. Qué bonito queda pintar los pasos de cebra. Qué bonito es pintar la pared pared de la biblioteca. Qué bonitas las calles de Torrelodones. Pero ¿qué pasa con nuestra biblioteca? ¿Por qué los jóvenes tenemos que irnos fuera de este, nuestro pueblo?¿Por qué hay instalaciones de colegios que están en un estado bastante pobre? Aquí es donde el ayuntamiento, a nuestra forma de ver, debe implicarse más. Los servicios municipales deben estar bien dotados, y sus trabajadores, que trabajan por el bien de los vecinos, respetados. Hay que replantearse qué gastos son fundamentales, y cuales deben ser repensados en aras de un gasto responsable y destinado al interés social. Un parque público de vivienda para jóvenes, una biblioteca municipal más grande y mejor dotada, y una programa de ayudas sociales destinada a la inclusión social son preceptivos.
Estas ideas son la espina dorsal del republicanismo. La República como valor supone Todo para el pueblo por el pueblo. Es la gente la que debe gobernar, es la gente, la cosa pública, la res publica, la que debe tener una voz en el pueblo. Basta de gestoras por el pueblo sin el pueblo. La democracia, la República, debe ser el valor que interioricemos todos como vecinos y sujetos políticos.
Frente a la exclusión, República y democracia. Frente a la explotación, organización y conciencia. ¡Defendamos los intereses de las y los trabajadores y vecinos de nuestro municipio!
¡Salud y República!Izquierda Unida de Torrelodones
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